En
realidad su origen es incierto. Aunque nada se sabe de su verdadero
inventor
la primera mención que se hace un lápiz de grafito se
encuentra en un trabajo
enciclopédico del medico, botánico y
zoólogo suizo-alemán Konrad Van Gesner
publicado en 1565. En el
Gesner describe un instrumento para escribir, consistente
en una
barra de grafito colocada dentro de un armazón de madera.
El uso de estos lápices se extendió a lo largo de 2 siglos y fue en la década de 1760
cuando la compañía Faber fundo una fabrica en la ciudad de Nuremberg, Alemania,
para la producción a gran escala de estos implementos.
Artista italiano de 22 años originalmente era un artista
del tatuaje y ha desarrollado
una habilidad increíble en hacer dibujos fotorealistas
TS ABE ilustrador de Brixton Reino Unido.
Y es que no existe, artes ni oficios, ni si quiera culturas en todo el mundo que no exista
un lápiz.
Para MILTON FRIEDMAN un simple lápiz, es algo más.
Fue un estadista, economista e intelectual. En 1976 obtuvo el Premio
Nobel de Economía
Muchos artistas han utilizado lápices para crear admirables piezas artísticas, pero solo
uno realiza estas impresionantes obras de arte utilizando la punta de dicho material.
combate.
Según explica el profesor, 37.487 hijos de republicanos abandonaron España buscando
cobijo hacia países como Francia, Bélgica, Inglaterra o la Unión Soviética.
De forma paralela a estas evacuaciones hubo otras en territorio español con dirección
hacia el centro y al Mediterráneo, hacia zonas republicanas.En estas colonias los niños se reponían física y psicológicamente del trauma vivido: les
daban de comer, jugaban, estudiaban... “Eran sometidos a reconocimientos médicos para
controlar o curar las enfermedades con las que llegaban a esas instituciones, alejadas del
frente de combate. Tenían un horario escolar. Dedicaban mucho tiempo a dibujar”, explica Gallardo y remacha: “el dibujo se utilizó como un instrumento proyectivo que reflejaba el
trauma de la guerra que traían los niños a las residencias”.
Así, los maestros inducían en ocasiones a los alumnos con enunciados como: “Dibuja cómo
era España antes de la guerra, dibuja lo que te ha pasado durante la guerra o cómo quedará España después de la victoria de las fuerzas leales a la República”, apunta el profesor de psicología aunque recuerda que los escolares “también hicieron dibujos por propia iniciativa”
Hasta pronto.
Muchos artistas han utilizado lápices para crear admirables piezas artísticas, pero solo
uno realiza estas impresionantes obras de arte utilizando la punta de dicho material.
DALTON GHETTI es el nombre del artista, cada pieza es hecha a mano en el
grafito de un lápiz, la cual es elaborada de una manera muy cuidadosa.
La creación de ciertas esculturas le ha tomado más de dos años y medio en tiempo.
FEDERICO URIBE es un talentoso artista colombiano radicado en Miami quien trae una propuesta muy interesante en escultura, utilizando materiales de uso cotidiano.
“Pencilism” es uno de sus trabajos más impresionantes, se trata de una serie en la que utiliza piezas de lápices de colores fragmentados, a veces unidos con amarres
plásticos, para crear increíbles paisajes esculpidos, animales, cuadros y figuras humanas,
incluso en tres dimensiones.
Esta es la historia de unos niños con un lápiz y un papel en tiempo de guerra.
FEDERICO URIBE es un talentoso artista colombiano radicado en Miami quien trae una propuesta muy interesante en escultura, utilizando materiales de uso cotidiano.
Estudió arte en la Universidad de los Andes de Bogotá y luego hizo
una especialización
en Bellas Artes de New York.“Pencilism” es uno de sus trabajos más impresionantes, se trata de una serie en la que utiliza piezas de lápices de colores fragmentados, a veces unidos con amarres
plásticos, para crear increíbles paisajes esculpidos, animales, cuadros y figuras humanas,
incluso en tres dimensiones.
La
artista JENNIFER MAESTRE utiliza las herramientas de su oficio para
crear
Esta es la historia de unos niños con un lápiz y un papel en tiempo de guerra.
Debido
a los bombardeos y a las ofensivas continuas, los mandatarios
republicanos
diseñaron un protocolo de evacuación infantil hacia
zonas alejadas de los frentes de combate.
Según explica el profesor, 37.487 hijos de republicanos abandonaron España buscando
cobijo hacia países como Francia, Bélgica, Inglaterra o la Unión Soviética.
De forma paralela a estas evacuaciones hubo otras en territorio español con dirección
hacia el centro y al Mediterráneo, hacia zonas republicanas.En estas colonias los niños se reponían física y psicológicamente del trauma vivido: les
daban de comer, jugaban, estudiaban... “Eran sometidos a reconocimientos médicos para
controlar o curar las enfermedades con las que llegaban a esas instituciones, alejadas del
frente de combate. Tenían un horario escolar. Dedicaban mucho tiempo a dibujar”, explica Gallardo y remacha: “el dibujo se utilizó como un instrumento proyectivo que reflejaba el
trauma de la guerra que traían los niños a las residencias”.
Así, los maestros inducían en ocasiones a los alumnos con enunciados como: “Dibuja cómo
era España antes de la guerra, dibuja lo que te ha pasado durante la guerra o cómo quedará España después de la victoria de las fuerzas leales a la República”, apunta el profesor de psicología aunque recuerda que los escolares “también hicieron dibujos por propia iniciativa”
Y es que un niño con un lápiz y un papel nos puede contar mejor la historia bélica que el
Guernica de de Picasso
Helga Weissova. 13 Años. . Helga ingresó en el campo con tan sólo 12 años.
Llevó consigo su caja de pinturas y su cuaderno para realizar más de 100 dibujos haciendo
lo que su padre le dijo: “Pinta lo que veas“. Aquí acabó la infancia de Helga.
Con la responsabilidad de contar todo lo que veía y experimentaba.
Fue una de las pocas supervivientes.
Helga Weissova. 13 Años. . Helga ingresó en el campo con tan sólo 12 años.
Llevó consigo su caja de pinturas y su cuaderno para realizar más de 100 dibujos haciendo
lo que su padre le dijo: “Pinta lo que veas“. Aquí acabó la infancia de Helga.
Con la responsabilidad de contar todo lo que veía y experimentaba.
Fue una de las pocas supervivientes.
Yehuda Bacon. Con 16 Años, al salir de Terezín, dibujó este retrato de su padre recientemente gaseado y cremado en Auschwitz. La cara de su progenitor emerge, demacrada, sobre una cortina de humo. Impresionante
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