domingo, 31 de agosto de 2014

LAS CASAS DE MUÑECAS NO ERAN UN JUGUETE 1ª Prte.

La historia de las casas de muñecas se remonta al siglo XVI. En 1557, el duque 
Alberto de Baviera


Ordenó una copia en miniatura de una de las residencias reales. Familias adineradas 
adoptaron la idea en los siglos XVII y XVIII y realizaron también copias de sus casas.
Estas piezas individuales eran suntuosas obras de arte en miniatura. 
No estaban destinadas a ser utilizadas como juguetes, sino para demostrar el prestigio y 
la reputación del propietario.

CASA DE MUÑECAS MEXICANA 



La producción en serie de casas de muñecas se inició en la segunda mitad del siglo XIX. 
Será el momento en el que los padres comenzaran a utilizar las casas de muñecas para la educación social de sus hijos. 

Hasta llegar al día de hoy que es un juguete, no exento de artesanía.



Algunas de estas casas de muñecas tomó más de 20 años para construir y terminó 
siendo tan caro como casas reales.
Interior de una casa de muñecas



Aparte de su encanto pintoresco, son un registro histórico de la vida diaria de la clase 
alta en los primeros tiempos, antes de la invención de la fotografía. 

Pero como introducción hoy quisiera comentar, una casa de muñecas poco conocida,
que demuestra que no son solo un juguete, sino que formo parte de un estudio científico 
forense

Sra. GLESSNER




Procedente de una acaudalada familia de Chicago y que por las restricciones impuestas 
por su familia no pudo ingresar a la universidad sino hasta 1930, cuando contaba con 52 
años, es a partir de allí que comienza una carrera que la lleva desde colaborar en la 
creación del departamento de ciencias forenses de la universidad de Harvard hasta 
convertirla en capitán honoraria del departamento de Policía de New Hampshire,  siendo 
la primera mujer en ostentar dicho título en Estados Unidos.

La señora Glessner no sería sino otra de las tantas historias de superación que existen en 
todo el mundo de no ser por sus dos aficiones: las casas de muñecas y la ciencia forense 
las cuales ella decide combinar, es así como aproximadamente en 1943 crea una nueva 
manifestación de arte “Los asesinatos en cáscara de nuez”




Su trabajo consistente en una serie de 18 dioramas que representan la escena de 
crímenes en ese entonces sin resolver y cuyo propósito fundamental era enseñar a 
los investigadores a hacer una minuciosa observación de todos y cada uno de las 
cosas que se encontraban en los escenarios de los sucesos; de allí que en dicho trabajo 
sea posible observar hasta los más escabrosos detalles del ámbito en que éste sucedió, 
ello unido al hecho que para su elaboración utilizó cáscaras de nuez añade un realismo, 
estas “casas de muñecas”




Así mismo para garantizar la exactitud de los detalles contó con colaboradores entre los 
que se contaban la compañía Tvnie Toy, tejedoras, carpinteros y cerrajeros entre otros.




En ellas es posible observar desde las condiciones en que fue encontrada la victima hasta 
detalles como patatas a medio pelar, botellas quebradas, cigarrillos a medio terminar, y 
todo lo que podamos y no podamos imaginar.


La perfección de estos diseños fue tal que de todos los reconstruidos por la señora Glessner solamente cinco no lograron ser resueltos.


Después que se cerró el laboratorio de ciencias forenses de Harvard la colección fue 
trasladada Maryland, Baltimore por el Dr. Russell Fisher en donde es usada hasta hoy día 
en seminarios de ciencia forense.

MUSEO DE LAS CASAS DE LAS MUÑECAS DE MALAGA ESPAÑA



Hasta pronto.














  

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