Pocos personajes en la historia han sido tan sorprendentes, geniales, escatológicos
y todos los adjetivos que uno quiera ponerle como SALVADOR DALÍ.
Esta es la historia de la espalda de GALA, que el pintor, durante cincuenta años,
periódicamente pinto.
En el verano de 1929, Dalí invitó a algunos miembros del círculo surrealista,René Magrite,
Camille Goemans, Paul Eluard y sus respectivas mujeres, a su casa de Cadaqués.
En aquella época Gala era la pareja del poeta Paul Eluard.
Gala llegó cansada y malhumorada y la primera impresión que se llevó de Dalí es que se
trataba de un desequilibrado.
Ya desde un principio la reacción de Dalí fue completamente anómala: cada vez que
intentaba dirigirse a Gala le invadía un frenético ataque de risa.
Esa primera noche, Dalí estuvo realmente insoportable con sus comentarios escatológicos
y la discusión se orientó hacia la oportunidad de colocar unos excrementos en una tela
que estaba elaborando, "El juego lúgubre".
El pintor vestía una blusa diseñada por él, a juego con un gigantesco collar de perlas
falsas y una pulsera de dudoso gusto. Dalí dijo que vestía de "chica soltera".
Gala se sintió asqueada por la discusión y, mucho más, por la risa histérica del pintor.
Al día siguiente el pintor se levantó dispuesto a dar una lección de surrealismo vivido;
se afeitó las axilas hasta sangrar, secó la herida con azulete de planchar; se puso unos
pantalones vueltos del revés y una camisa cortada para mostrar el ombligo y los pezones; finalmente, se untó con excremento de cabra, mezclado con gelatina y cola de pescado, desprendiendo un olor insoportable; completó su esperpéntico aspecto con una flor de
geranio colgando sobre la oreja.
Antes de salir de la habitación, él mismo lo conto, miró por la ventana y a lo lejos, vió la
espalda desnuda de Gala e inmediatamente quedó prendado por ella; esa misma espalda
es la que luego, durante cincuenta años, periódicamente fue llevando al lienzo.
Hasta pronto.
y todos los adjetivos que uno quiera ponerle como SALVADOR DALÍ.
Esta es la historia de la espalda de GALA, que el pintor, durante cincuenta años,
periódicamente pinto.
En el verano de 1929, Dalí invitó a algunos miembros del círculo surrealista,René Magrite,
Camille Goemans, Paul Eluard y sus respectivas mujeres, a su casa de Cadaqués.
En aquella época Gala era la pareja del poeta Paul Eluard.
Gala llegó cansada y malhumorada y la primera impresión que se llevó de Dalí es que se
trataba de un desequilibrado.
Ya desde un principio la reacción de Dalí fue completamente anómala: cada vez que
intentaba dirigirse a Gala le invadía un frenético ataque de risa.
Esa primera noche, Dalí estuvo realmente insoportable con sus comentarios escatológicos
y la discusión se orientó hacia la oportunidad de colocar unos excrementos en una tela
que estaba elaborando, "El juego lúgubre".
El pintor vestía una blusa diseñada por él, a juego con un gigantesco collar de perlas
falsas y una pulsera de dudoso gusto. Dalí dijo que vestía de "chica soltera".
Gala se sintió asqueada por la discusión y, mucho más, por la risa histérica del pintor.
Al día siguiente el pintor se levantó dispuesto a dar una lección de surrealismo vivido;
se afeitó las axilas hasta sangrar, secó la herida con azulete de planchar; se puso unos
pantalones vueltos del revés y una camisa cortada para mostrar el ombligo y los pezones; finalmente, se untó con excremento de cabra, mezclado con gelatina y cola de pescado, desprendiendo un olor insoportable; completó su esperpéntico aspecto con una flor de
geranio colgando sobre la oreja.
Antes de salir de la habitación, él mismo lo conto, miró por la ventana y a lo lejos, vió la
espalda desnuda de Gala e inmediatamente quedó prendado por ella; esa misma espalda
es la que luego, durante cincuenta años, periódicamente fue llevando al lienzo.
Hasta pronto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario