Actualmente, hay 7 maravillas del mundo antiguo, y 7 maravillas del mundo moderno.
Pero, de estas 14 maravillas, 6 ya han desaparecido. Se las considera maravillas ya que
son las mejores construcciones del mundo, aunque para la octava maravilla también
están postulando paisajes naturales.
Petra, en Jordania.
Machu Picchu, en Perú.
Chichén Itzá, en México.
La Gran Muralla China.
Coliseo Romano Roma.
Taj Mahal, en la India.
Y Estatua del Cristo Redentor, de Brasil.
Con el deseo de encontrar en la actualidad una octava maravilla Virtual Tourist, que
desde inicios del año 2013 había dispuesto una elección entre 330 lugares de 50 países.
Una votación internacional escogió al Parque Nacional Torres del Paine en
"La Patagonia chilena"
Como la Octava Maravilla del Mundo con 5.000.000 de votos.
Pero hoy en día lo que se considero como la Octava Maravilla del Mundo, esta envuelta
de misterio su desaparición. El Salón de Ámbar.
Reproducción de la sala en Tsárskoye Seló
En 1701, Federico I se convirtió en el primer rey de Prusia
Su esposa, Sofía Carlota de Hannover
Decidió reflejar la “grandeza” de su marido construyendo una sala especial en el
Palacio de Charlottenburg, en Berlín.
Fotografía real de lo que era este salón.
Durante seis años, albañiles y orfebres alemanes y daneses trabajaron para dar forma
a una sala de 55 metros cuadrados formada por gigantescas placas de ámbar, láminas
de oro y cientos de piedras preciosas.
La cámara quedó con más de 350 tonalidades del material semiprecioso con un peso de
seis toneladas, generando un ambiente único.
Reconstrucción de la sala en Tsárskoye Seló.
Cuando la Wehrmacht invadió la Unión Soviética, las autoridades rusas ordenaron el
traslado de los tesoros de San Petersburgo (por esos años Leningrado) a la localidad de
Ekaterimburgo, pero esa orden no pudo cumplirse para el salón ámbar. El rápido avance
de las fuerzas nazis frustró el traslado de la Sala.
En septiembre de 1941, la cámara fue descubierta por las fuerzas de Hitler, que la
desmontaron en 36 horas y la trasladaron a Alemania. En noviembre de 1941, los nazis
las exhibieron en el Castillo de Königsberg, ubicado en la antigua capital de Prusia.
Desapareció en enero de 1945, después de una serie de ataques aéreos y un asalto
terrestre sobre la ciudad de las tropas rusas.
Mientras que algunos decían que había sido destruido en los ataques, otros dijeron
haber visto 40 vagones alejándose del castillo bajo un manto de secretismo.
Es ahí donde se pierde la pista del Salón Ambar.
De la vasta cantidad de objetos sustraídos de la cámara, se encontraron solamente
una cómoda y un mosaico florentino. Este último, fue recuperado un año después del
saqueo, cuando el hijo de uno de los soldados alemanes de apellido Achtermann, se
disponía a venderlo por cinco millones de marcos. La cómoda fue hallada por
casualidad en el año 1997 en el museo berlinés de artes aplicadas. En cuanto al resto
del botín, aun sigue siendo un misterio.
En 1979 el gobierno soviético ordenó la reconstrucción de la sala en Tsárskoye Seló,
el último destino que tuvo la cámara en territorio ruso.
Tardaron 24 años en lograr acercarse a la construcción original, basados en fotografías
en blanco y negro, único registro de la obra de arte del siglo XVIII.
El misterio ha salido de nuevo a la palestra hará algo más de un año.
Todo empezó a mediados de agosto. Una firma de abogados polaca solicitó el 10%
que establece la ley del país sobre el valor de nuevos hallazgos arqueológicos.
La firma actuaba en nombre de dos buscadores de tesoros, uno polaco y el otro alemán,
que aseguraban haber encontrado la ubicación de un antiguo tren que los nazis
enterraron en un complejo de túneles cerca de la localidad polaca de Wałbrzych, cerca
de la fronteracon República Checa. Un convoy blindado de 150 metros cargado con 300
toneladas de oro, joyas y obras de arte.
Tom Bower, un prominente periodista de investigación británico y autor de varios libros,
incluyendo algunos sobre el oro robado por los nazis y temas de la segunda guerra
mundial. Bower afirmó que el tren podría contener el legendario Salón de Ámbar, y que
fue conocida como la Octava Maravilla del Mundo.
Mientras las fuerzas alemanas bombardearon e invadieron Europa, también se estima
que destruyeron o robaron cerca de cinco millones de obras de arte y objetos culturales
de museos, iglesias, universidades y hogares.
Hasta pronto.
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